domingo, 16 de enero de 2011

Las Fiestas de Marzo

Lázaro Cárdenas.- A escasos dos meses de inaugurarse una edición más de la Expo Feria Lázaro Cárdenas 2011, evento que en rigor debería llamarse Fiestas de Marzo, la posición del gobierno municipal es la de no distraerse en la organización del evento por razones económicas y de atención a otras prioridades de gobierno. Ni siquiera se ha pensado en concesionar la parte comercial de la festividad, ha dicho el alcalde Mariano Ortega, pero lo más probable es que así ocurra.

Esta posición del Ayuntamiento puede ser la coyuntura para rescatar el evento a favor de un auténtico festival de la comunidad, a condición de que las autoridades municipales sí le dediquen algo de tiempo y de recursos. Si al reciente Torneo de Pesca del Pez Vela le donaron una buena cantidad, ¿por qué no habría de ocurrir lo mismo con principal festividad del municipio?

Se argumentó entonces que el donativo al concurso era para promocionar el rubro turístico, cuando en realidad las Fiestas de Marzo buscan también lo mismo, pero a mayor escala.

Y no es que sea censurable que concesionar la festividad sea negocio, pues en rigor todas lo son, lo que se lamenta es que el giro que dio en los últimos años se fue totalmente del lado comercial, para alejarse de su esencia y convertirse en un escaparate vacío de contenido en cuanto a su propósito de fortalecer una identidad local.

Puede ser esto la consecuencia de un Lázaro Cárdenas complicado, donde cada vez sobra menos tiempo para pensar en la recreación organizada de la comunidad. Lo cierto es que desde hace ya bastantes años le ha faltad el tino al gobierno local para conformar un patronato auténticamente ciudadano y responsable de organizar las Fiestas de Marzo.

¡Lástima!, porque no debe olvidarse que se cuenta aquí ahora con extraordinarios espacios para el encuentro comunitario, como el Malecón de la Cultura y las Artes, que le viene a modo a la cultura portuaria y a las expresiones del folclor de la costa.

Cuando la gente habla del tema, se pronuncia porque la festividad pudiese abrirse a la población mediante la organización de eventos sencillos, pero populares, culturales y recreativos, en esos espacios públicos de encuentro, a donde las familias puedan acudir y ser ellas mismas protagonistas de su propia fiesta, no solo clientes cautivos de una concentración ajena y comercial.

Y existen opiniones diversas en este sentido. Se dice que el Teatro del Pueblo debe tener su lugar en la explanada municipal, para permitir que las familias, en particular las de escasos recursos, acudan a esa recreación sin la presión del gasto económico que ejercen las ventas de la llamada Expo Feria, para presenciar espectáculos libres del barullo de esa ruidosa concentración.

Otros van más allá, al decir que Lázaro Cárdenas podría haber organizado el desfile alegórico más atractivo del estado, de haberse invitado a participar a las diferentes tenencias del municipio, para que cada una de éstas compitiese con las otras, bajo el supuesto de que lograran el auspicio de alguna de las grandes empresas portuarias e industriales para montar su carro alegórico.

Unos más aseguran que las escuelas de nivel medio superior y superior son capaces de montar varias obras de teatro en los escenarios públicos disponibles durante los días clave de las festividades, lo cual es una forma de involucrar a la juventud en la fiesta de la ciudad.

Por el lado histórico, que es uno de los principales elementos en los que descansa la razón de las Fiestas de Marzo, podrían instalarse exposiciones documentales y gráficas en lugares públicos ajenos a la concentración comercial, que mostrasen la historia y el devenir, casi épico, de esta región, para exhibir el esfuerzo de su propia población en erigir lo que es hoy el emporio del Pacífico mexicano.

Queda claro, a juzgar por estas opiniones, que algunos tienen una visión y una expectativa de las Fiestas de Marzo muy distinta al concepto de Expo Feria. -o0o-