domingo, 26 de diciembre de 2010

Fortuna aparente

• Fortuna aparente.

Lázaro Cárdenas, Michoacán.- La administración municipal operará durante todo el 2011 con 459 millones de pesos, apenas 37 millones más que el presupuesto que la Administración Portuaria Integral (API) tiene destinado tan solo para el rubro de obras de infraestructura en el puerto durante el mismo lapso de tiempo. Este comparativo pone en blanco y negro el contraste existencial de Lázaro Cárdenas.

El hecho de que Lázaro Cárdenas esté rodeado de una extraordinaria plataforma portuaria e industrial, e inserto en el desarrollo de una ambiciosa infraestructura turística para la costa municipal, no lo salvará de la empeorada estrechez económica que ya se anticipa para el próximo año.

Y no es para nada una situación nueva. En realidad, ha sido el estigma de la actual y las pasadas administraciones municipales. Pero no deja de sorprender que en todo ese prolongado y complejo proceso de conformación del Fideicomiso 2112, el Ayuntamiento de Lázaro Cárdenas haya quedado lamentable y absolutamente fuera de toda posibilidad de beneficio económico proveniente del desarrollo de la isla de La Palma.

El Congreso michoacano dijo hasta la saciedad que no autorizaría la desincorporación de esa isla hasta que no se garantizara un beneficio directo para el gobierno local que se tradujese en obras y servicios para la comunidad. Pronto quedó claro que se trató solo un discurso negociador, a menos que se diga que el beneficio buscado para la población es la generación de oportunidades de empleo y que ello es suficiente.

Los objetivos y reglas de administración de la isla de La Palma contenidos en ese fideicomiso pudieron ser la oportunidad para que el gobierno municipal de Lázaro Cárdenas pudiese aspirar, por primera vez, a fortalecer sustancialmente su presupuesto anual; un cantidad que ha llegado a estimarse en unos 600 millones de pesos y que aún parecen pocos para la dimensión de las demandas y los retos de este municipio.

La discusión actual al interior del Cabildo de Lázaro Cárdenas está muy lejos del tema de fondo y solo puede concretarse a debatir en cómo administrar su debilitado presupuesto; en forzar la reducción de personal como única salida viable a su crisis financiera; en equilibrar el gasto de las distintas partidas, y en asegurar el mejor y más austero manejo del gasto.

Ante ello, el gobierno municipal cae en la cuenta, una vez más, que no habrá quien le tienda la mano de manera extraordinaria y tendrá que atenerse a su propio y reducido presupuesto. Aquella recurrente esperanza de recibir atención particular dada su personalidad de polo de desarrollo y singulares características volverá a quedar sin respuesta, porque si ésta no se dio en tiempos de oportunidad mucho menos en la actualidad o en el futuro inmediato.

El presupuesto tradicional con que opera el municipio de Lázaro Cárdenas es simplemente insuficiente debido a sus muy particulares características, que lo hacen tan diferente de cualquier otro en la entidad y aún en el país. Si el presupuesto usual es bien administrado o no, es indudablemente parte del problema, pero no la solución de fondo.

Conviene no perder de vista que en su propio desarrollo industrial y portuario Lázaro Cárdenas ha encontrado parte de su dilema, porque la existencia de estos sectores genera empleo pero también una alta demanda de satisfactores para la población y para la competitividad como ciudad portuaria, que le corresponde atender al gobierno municipal. -o0o-