lunes, 14 de septiembre de 2009

Viejo destructor puede convertirse en arrecife o museo para la comunidad


• El destructor se encuentra en medio de un complejo procedimiento jurídico.
• Ha permanecido abandonado largo tiempo dentro del área comercial del puerto.
• La SCT busca la forma jurídica y diplomática para recuperarlo sin lesionar relaciones con los Estados Unidos de Norteamérica.

Lázaro Cárdenas, Michoacán.- El John Rodgers DD574, un viejo destructor tipo Fletcher de la Marina norteamericana y rebautizado por la Armada de México como el ARM-Cuitláhuac, está a punto de encontrar su destino final como arrecife natural o como museo para la comunidad local, confirmaron autoridades portuarias.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se encuentra elaborando un estudio para encontrar a través de qué mecanismo legal se puede recuperar la embarcación a favor de la Nación sin descuidar las formas diplomáticas con los Estados Unidos de Norteamérica, ya que esta embarcación fue donada por el gobierno mexicano a la Beauchamp Tower Corporation (BTC), una organización estadounidense que buscó afanosamente recuperarlo para la tripulación de veteranos de guerra que sirvió en esa embarcación durante la Segunda Guerra Mundial.

“Rescatarlo nuevamente para México es un procedimiento sumamente complejo y delicado diplomáticamente, por lo que ahora se busca sacarlo de la actual figura jurídica que tiene (de donación a favor de BTC) para que encuentre su destino final”, dijeron las autoridades portuarias consultadas, mismas que pronosticaron que posiblemente para finales de este año se encuentre la solución.

El viejo destructor John Rodgers sigue atracado en un reducto del muelle de la Terminal Granelera, a donde ha permanecido en espera de que su original tripulación, todos veteranos de guerra ahora, reúnan los recursos económicos suficientes para regresarlo a casa, lo cual ya se considera poco menos que imposible.

La Capitanía de Puerto de Lázaro Cárdenas dijo hace unos meses que seguía solicitando a la Beauchamp Tower Corporation (BTC) el retiro del deteriorado navío de guerra, luego de que éste ya no pertenece a la Armada de México desde que el gobierno mexicano lo donó a esa organización no lucrativa a finales del 2006.

Pero la BTC, que concentra los esfuerzos de los veteranos para financiar el costoso remolque del John Rodgers hasta Mobil Bay, Alabama, Estados Unidos, simplemente no ha reunido la cantidad requerida, mientras que los costos de la permanencia del navío en ese muelle comercial siguen aumentando considerablemente.

A este respecto, las autoridades portuarias señalan que de alguna forma el John Rodgers podría ser liberado de adeudos, siempre y cuando nadie reclame derechos de cobro, porque ya urge retirarlo de la zona comercial portuaria debido a los riesgos que presenta su permanencia dentro del puerto.

Hasta hace un año se veían tres escenarios posibles para el John Rodgers: uno, que fuese retirado lo más pronto posible para evitar riesgos en un muelle comercial que no tiene por objetivo contener embarcaciones fuera de uso. Dos, que finalmente la BTC decidiera venderlo, con la enorme dificultad de encontrar un comprador debido a que la venta no alcanzaría para pagar los gastos que ya ha generado, según estimaciones. Y tres, decidir por el abandono del buque a favor de la nación, un proceso jurídico tan complejo como prolongado.

Se contempló también una cuarta posibilidad, más lejana aún: que el gobierno norteamericano decidiera financiar el regreso a casa del héroe de guerra. Alternativa que de haber sido posible ya la habría conseguido la indoblegable voluntad de la BTC, sobre todo cuando esta organización ha tenido como propósito central convertirlo en un museo y en una especie de centro de apoyo técnico para eventuales desastres naturales.

Pero actualmente, como se señala, es la SCT quien busca la vía jurídica y diplomática para abreviar todo el complejo proceso que representa recuperar la embarcación.

El célebre destructor, reconocido por su actuación en la Segunda Guerra Mundial, pasó a manos de la Armada de México en una fecha posterior a 1946, quien después de comprarlo lo rebautizó con el nombre de ARM-Cuitlahuac y lo puso en servicio nuevamente para vigilancia del mar patrimonial mexicano hasta el 2001.

No es claro que pasó con el ARM-Cuitlahuac del 2002 a finales del 2005, cuando la Beauchamp Tower Corporation logró, mediante un acuerdo, que el gobierno mexicano se lo donara para el propósito antes señalado. Lo cierto es que el acuerdo de donación fue confirmado por México en noviembre del 2006, aún cuando ya desde septiembre de este último año el John Rodgers estaba programado para ser remolcado hasta Mobile Bay, Alabama, en los Estados Unidos, pero la corporación no tuvo fondos para pagar la operación”.

Al obtenerse la donación inicial del gobierno mexicano, Beauchamp Tower Corporation lo desplazó de los muelles de la Armada de México hasta un muelle en la Terminal Granelera dentro del puerto local, para esperar el regreso a casa, lo cual no ocurrió.

Las fuentes consultadas se inclinan a pensar que el John Rodgers, una pieza histórica para los veteranos de la Marina de los Estados Unidos, finalmente acabará convertido posiblemente en arrecife natural o museo local.

Las autoridades portuarias dijeron que el gobierno municipal había solicitado anteriormente que si este viejo destructor finalmente es rescatado por México, iniciaría los trámites necesarios para intentar convertirlo en museo con el apoyo de las autorices navales, pero que luego el propio gobierno local ya no le dio seguimiento a esta iniciativa.

“Lo más posible, entonces, es que el John Rodgers o ARM Cuitlahuac termine como arrecife natural y se libere del triste final de convertirse en chatarra”, comentaron las fuentes. -o0o-