Lázaro Cárdenas, Michoacán.- Para intentar comprender, en parte, la posibilidad de que ArcelorMittal Lázaro Cárdenas eventualmente decida un paro técnico, como lo han señalado algunas versiones periodísticas recientes, no queda sino remitirse a los enterados, quienes analizan el comportamiento del consumo del acero no solo en México, sino en el mundo.
Siderurgia, Acero y Desarrollo, una publicación mexicana especializada en el sector, aborda el tema con particular claridad y cita en su última edición que a pesar de la situación económica actual, aún se espera en México el repunte del consumo del acero a fines del presente año, es decir ya.
“Pese a la desaceleración de la economía y los nubarrones que imperan en la perspectiva doméstica de los próximos meses (se refiere a los de octubre a diciembre del 2008), la mayoría de los productores de acero en México tienen la convicción de que la demanda nacional de acero, ahora sumamente deprimida, repuntará en el último trimestre del año para imprimir signos positivos a todo el ciclo anual del sector”, menciona Siderurgia en un amplio artículo.
“Esta impresión predomina en las esferas siderúrgicas pese a que hay quienes señalan que los precios de energía y alimentos, la inflación y el desempleo debilitarán aún más, lógicamente, la posición de toda la industria durante el segundo semestre, por lo que hay incertidumbre sobre lo que vendrá en la última parte del año”, añade.
“En cualquier caso –dice- los acereros siguen esperando que finalmente se inicien las obras del Programa Nacional de Infraestructura (PNI), un gigantesco proyecto que se dirige a invertir más de 227 mil millones de dólares del gobierno y la iniciativa privada en obras petroleras y de energía eléctrica, petroquímica, carreteras y telecomunicaciones, entre otras áreas, en los seis años de la actual administración gubernamental.”
Y prosigue: “El PNI, visto ciertamente como un elemento crucial para un gran despegue de la industria del acero y otros ramos ligados a la construcción en México, ha quedado en simples proyectos y obras ya concesionadas que no han empezado a construirse.
Los acereros que siguen esperando un repunte de la demanda interna de sus productos a fines del año, basan sus previsiones sin embargo no sólo en las obras del PNI, cuyas obras, con todo, pueden iniciarse efectivamente entonces, sino también en aspectos históricos y ciclos climáticos que permiten prever el retorno de construcciones y otros hechos a partir de octubre.
Lo interesante es que hasta ahora, ciertamente, la falta de obras del PNI, la debilidad económica y los problemas que afrontan tanto la construcción como la industria automotriz –los mayores consumidores de acero-, no han hecho mella en el nivel de producción de este insumo. En los primeros cinco meses del año, la fabricación de acero mostró un crecimiento de más de diez por ciento, el mayor de al menos una década.”
Después de ofrecer el detalle de las cifras del incremento antes citado, Siderurgia menciona que: “La explicación es que ante la laxitud de la demanda interna, la siderurgia local se ha volcado a las exportaciones, que muestran un alto crecimiento especialmente en el área de los productos largos.”
“El notable aumento de las exportaciones –sigue diciendo el artículo- ha tenido lugar esencialmente por la fiebre de la construcción detonada en distintas naciones de la América Latina y en otras de las llamadas economías emergentes, así como por los espacios abiertos en los Estados Unidos por el voluntario retiro de Turquía como uno de los principales proveedores de largos a ese mercado.
En todo caso, por lo que hace al fuero interno, las siderúrgicas mexicanas prevén un crecimiento del consumo de entre 4 y 5 por ciento para llegar a alrededor de 26 millones de toneladas en términos de acero.”
Más adelante en su artículo, Siderurgia señala: “Tales previsiones no parecen tan malas si se sabe que en los diez años anteriores, desde 1998, el promedio de crecimiento de la demanda aparente fue de 5.8 por ciento, con los más fuertes aumentos en 1998, 2000, 2004 y 2006…”
“El hecho es que los pronósticos de un segundo semestre con seis meses de buen consumo, que mucha gente había sostenido a lo largo del año, cayeron definitivamente para fijarse en un pronóstico de recuperación de la demanda en el último trimestre del 2008.
La base de tal previsión, en detalle, es que obviamente en el tercer trimestre del año, esto es, a partir de octubre, habrán terminado las lluvias que obstaculizan la construcción desde inicios de julio, con la esperanza cada vez mejor cimentada de que finalmente empiecen a materializarse y florecer algunos de los proyectos del PNI, que hasta ahora no ha despegado por razones financieras y problemas burocráticos.”
Por lo pronto y localmente, corren fuertes rumores de que ArcelorMittal Lázaro Cárdenas ha empezado a despedir personal de empresas contratistas y algunos de sus propios técnicos y empleados, pero quizás este ajuste de personal tenga relación con lo que comentábamos hace pocos días en nuestra columna Marginal, donde señalamos que ante el desplome que ha registrado el mercado del acero, el gigante productor de acero recortará su producción hasta un 15% en Europa y Estados Unidos, los mercados más afectados por la desaceleración de la demanda, pero que todo indica que ésta se recuperará en 2009, estimulada por los países emergentes. –o0o-
Siderurgia, Acero y Desarrollo, una publicación mexicana especializada en el sector, aborda el tema con particular claridad y cita en su última edición que a pesar de la situación económica actual, aún se espera en México el repunte del consumo del acero a fines del presente año, es decir ya.
“Pese a la desaceleración de la economía y los nubarrones que imperan en la perspectiva doméstica de los próximos meses (se refiere a los de octubre a diciembre del 2008), la mayoría de los productores de acero en México tienen la convicción de que la demanda nacional de acero, ahora sumamente deprimida, repuntará en el último trimestre del año para imprimir signos positivos a todo el ciclo anual del sector”, menciona Siderurgia en un amplio artículo.
“Esta impresión predomina en las esferas siderúrgicas pese a que hay quienes señalan que los precios de energía y alimentos, la inflación y el desempleo debilitarán aún más, lógicamente, la posición de toda la industria durante el segundo semestre, por lo que hay incertidumbre sobre lo que vendrá en la última parte del año”, añade.
“En cualquier caso –dice- los acereros siguen esperando que finalmente se inicien las obras del Programa Nacional de Infraestructura (PNI), un gigantesco proyecto que se dirige a invertir más de 227 mil millones de dólares del gobierno y la iniciativa privada en obras petroleras y de energía eléctrica, petroquímica, carreteras y telecomunicaciones, entre otras áreas, en los seis años de la actual administración gubernamental.”
Y prosigue: “El PNI, visto ciertamente como un elemento crucial para un gran despegue de la industria del acero y otros ramos ligados a la construcción en México, ha quedado en simples proyectos y obras ya concesionadas que no han empezado a construirse.
Los acereros que siguen esperando un repunte de la demanda interna de sus productos a fines del año, basan sus previsiones sin embargo no sólo en las obras del PNI, cuyas obras, con todo, pueden iniciarse efectivamente entonces, sino también en aspectos históricos y ciclos climáticos que permiten prever el retorno de construcciones y otros hechos a partir de octubre.
Lo interesante es que hasta ahora, ciertamente, la falta de obras del PNI, la debilidad económica y los problemas que afrontan tanto la construcción como la industria automotriz –los mayores consumidores de acero-, no han hecho mella en el nivel de producción de este insumo. En los primeros cinco meses del año, la fabricación de acero mostró un crecimiento de más de diez por ciento, el mayor de al menos una década.”
Después de ofrecer el detalle de las cifras del incremento antes citado, Siderurgia menciona que: “La explicación es que ante la laxitud de la demanda interna, la siderurgia local se ha volcado a las exportaciones, que muestran un alto crecimiento especialmente en el área de los productos largos.”
“El notable aumento de las exportaciones –sigue diciendo el artículo- ha tenido lugar esencialmente por la fiebre de la construcción detonada en distintas naciones de la América Latina y en otras de las llamadas economías emergentes, así como por los espacios abiertos en los Estados Unidos por el voluntario retiro de Turquía como uno de los principales proveedores de largos a ese mercado.
En todo caso, por lo que hace al fuero interno, las siderúrgicas mexicanas prevén un crecimiento del consumo de entre 4 y 5 por ciento para llegar a alrededor de 26 millones de toneladas en términos de acero.”
Más adelante en su artículo, Siderurgia señala: “Tales previsiones no parecen tan malas si se sabe que en los diez años anteriores, desde 1998, el promedio de crecimiento de la demanda aparente fue de 5.8 por ciento, con los más fuertes aumentos en 1998, 2000, 2004 y 2006…”
“El hecho es que los pronósticos de un segundo semestre con seis meses de buen consumo, que mucha gente había sostenido a lo largo del año, cayeron definitivamente para fijarse en un pronóstico de recuperación de la demanda en el último trimestre del 2008.
La base de tal previsión, en detalle, es que obviamente en el tercer trimestre del año, esto es, a partir de octubre, habrán terminado las lluvias que obstaculizan la construcción desde inicios de julio, con la esperanza cada vez mejor cimentada de que finalmente empiecen a materializarse y florecer algunos de los proyectos del PNI, que hasta ahora no ha despegado por razones financieras y problemas burocráticos.”
Por lo pronto y localmente, corren fuertes rumores de que ArcelorMittal Lázaro Cárdenas ha empezado a despedir personal de empresas contratistas y algunos de sus propios técnicos y empleados, pero quizás este ajuste de personal tenga relación con lo que comentábamos hace pocos días en nuestra columna Marginal, donde señalamos que ante el desplome que ha registrado el mercado del acero, el gigante productor de acero recortará su producción hasta un 15% en Europa y Estados Unidos, los mercados más afectados por la desaceleración de la demanda, pero que todo indica que ésta se recuperará en 2009, estimulada por los países emergentes. –o0o-
