• ¿Amenaza o complemento?
Lázaro Cárdenas, Michoacán.- Ante la dilación del Congreso michoacano para desincorporar del patrimonio estatal 440 hectáreas en la isla de La Palma (una extensa porción de terreno de enorme valor estratégico por su colindancia con el puerto de Lázaro Cárdenas), se deslizó la advertencia de apresurar la aprobación de este proceso antes de que el gobierno de Guerrero gane la delantera en el desarrollo de una superficie igualmente valiosa junto al puerto, pero del otro lado del río Balsas, que eventualmente podría atraer las inversiones.
Lázaro Cárdenas, Michoacán.- Ante la dilación del Congreso michoacano para desincorporar del patrimonio estatal 440 hectáreas en la isla de La Palma (una extensa porción de terreno de enorme valor estratégico por su colindancia con el puerto de Lázaro Cárdenas), se deslizó la advertencia de apresurar la aprobación de este proceso antes de que el gobierno de Guerrero gane la delantera en el desarrollo de una superficie igualmente valiosa junto al puerto, pero del otro lado del río Balsas, que eventualmente podría atraer las inversiones.
Esta advertencia tiene un sustento. Puerto Balsas es un proyecto del gobierno de Guerrero para una zona adyacente al puerto michoacano, que cuenta con el interés y el apoyo del gobierno federal, así como con el análisis de la SCT-Coordinación General de Puertos y Marina Mercante, según lo reconoció en su momento el área Comercial de la Administración Portuaria Integral de la localidad.
Considerado un muy buen proyecto, el Puerto Balsas solo está en espera de que el gobierno guerrerense obtenga vías de financiamiento para iniciar su promoción. Se trata del desarrollo de un complejo de servicios para la actividad portuaria, comercial y residencial, que se ubicaría del lado de Guerrero, en dirección del área hacia la cual se ampliará, de forma natural, el puerto de Lázaro Cárdenas. Lo del concepto Puerto Balsas se refiere solo a su cercanía con el río que lleva este nombre.
De acuerdo con antecedentes registrados por este medio, se conoce que el gobierno de Guerrero empezó desde meses atrás a informarse con detalle, al punto que en el transcurso del año anterior funcionarios guerrerenses y sus asesores acudieron a la Administración Portuaria Integral de Lázaro Cárdenas (API), y posteriormente con gente del Bando Mundial, para fortalecer la asesoría sobre el proyecto.
El punto de vista de la API al respecto, al menos el expresado hace poco menos de un año, fue en el sentido de que entre más áreas de esta naturaleza complementen el desarrollo del puerto de Lázaro Cárdenas, será excelente para el crecimiento de la economía de la zona. La API consideró que como área federal no tienen ningún problema y que, por el contrario, este tipo de desarrollos aportan plusvalía, en clara referencia a que el puerto cuenta en su entorno con proyectos de los gobiernos de Michoacán y de Guerrero que debe aprovechar.
Se entiende así que ambos proyectos, el de Michoacán y el de Guerrero, son importantes, pero son dos cosas distintas: mientras el primero ya está definido y es una realidad con su parque industrial y el recinto fiscalizado estratégico dentro de un área de actividades logísticas, el segundo es un proyecto apenas, pero los dos registran, independientemente de su respectivo adelanto, un objetivo generador de riqueza para el área, que aprovecha el atractivo del puerto en el contexto del comercio internacional.
El tema es que la API conoce del proyecto de Guerrero y está inmersa en la dinámica tanto de éste como del de Michoacán. Lo cierto es que el negocio de la API es desarrollar negocios que fortalezcan al puerto, ya que actualmente se encuentran fácilmente disponibles más de mil hectáreas dentro del Recinto Portuario, pero que dentro de la dinámica y la lógica de los negocios, en unos cuatro o cinco años esta disponibilidad de superficie probablemente sea insuficiente.
Si el gobierno de Guerrero desarrolla su proyecto, éste sería una zona más de actividad logística y se estaría pensando, desde luego, en el arribo de más empresas, o quizás en la extensión de algunas de las ya existentes en el lado michoacano.
Por lo pronto, la ferroviaria Kansas City Southern México (KCSM) se encuentra a la espera de que el Congreso michoacano defina la figura legal mediante la cual el Ejecutivo estatal pueda garantizar la extensión del espacio que la empresa requiere para aumentar la capacidad de la Terminal Multimodal Ferroviaria que construye en la isla de La Palma con una inversión de 80 millones de dólares.
Fuentes cercanas al Congreso han comentado que en el ánimo de los legisladores no se encuentra el propósito de frenar el fortalecimiento de la infraestructura y la competitividad que requiere esta zona para el comercio dentro del corredor Asia-Pacífico, sino tiene que ver con la forma en que el uso del territorio de la isla de La Palma, como patrimonio del gobierno de Michoacán, responda a beneficios directos para la población del área.
El KCSM es uno de los actores clave en el desarrollo del comercio internacional de México, especialmente en el área de Lázaro Cárdenas, y esto se encuentra en el interés de los diputados, por lo que es factible esperar que la desincorporación de 440 hectáreas en la isla de la Palma quede concluida en este mismo año, aunque debe aclararse que no todo este espacio tiene que ver con la compañía ferroviaria, pues se trata de una reserva para nuevas inversiones, explicaron las fuentes. -o0o-
Considerado un muy buen proyecto, el Puerto Balsas solo está en espera de que el gobierno guerrerense obtenga vías de financiamiento para iniciar su promoción. Se trata del desarrollo de un complejo de servicios para la actividad portuaria, comercial y residencial, que se ubicaría del lado de Guerrero, en dirección del área hacia la cual se ampliará, de forma natural, el puerto de Lázaro Cárdenas. Lo del concepto Puerto Balsas se refiere solo a su cercanía con el río que lleva este nombre.
De acuerdo con antecedentes registrados por este medio, se conoce que el gobierno de Guerrero empezó desde meses atrás a informarse con detalle, al punto que en el transcurso del año anterior funcionarios guerrerenses y sus asesores acudieron a la Administración Portuaria Integral de Lázaro Cárdenas (API), y posteriormente con gente del Bando Mundial, para fortalecer la asesoría sobre el proyecto.
El punto de vista de la API al respecto, al menos el expresado hace poco menos de un año, fue en el sentido de que entre más áreas de esta naturaleza complementen el desarrollo del puerto de Lázaro Cárdenas, será excelente para el crecimiento de la economía de la zona. La API consideró que como área federal no tienen ningún problema y que, por el contrario, este tipo de desarrollos aportan plusvalía, en clara referencia a que el puerto cuenta en su entorno con proyectos de los gobiernos de Michoacán y de Guerrero que debe aprovechar.
Se entiende así que ambos proyectos, el de Michoacán y el de Guerrero, son importantes, pero son dos cosas distintas: mientras el primero ya está definido y es una realidad con su parque industrial y el recinto fiscalizado estratégico dentro de un área de actividades logísticas, el segundo es un proyecto apenas, pero los dos registran, independientemente de su respectivo adelanto, un objetivo generador de riqueza para el área, que aprovecha el atractivo del puerto en el contexto del comercio internacional.
El tema es que la API conoce del proyecto de Guerrero y está inmersa en la dinámica tanto de éste como del de Michoacán. Lo cierto es que el negocio de la API es desarrollar negocios que fortalezcan al puerto, ya que actualmente se encuentran fácilmente disponibles más de mil hectáreas dentro del Recinto Portuario, pero que dentro de la dinámica y la lógica de los negocios, en unos cuatro o cinco años esta disponibilidad de superficie probablemente sea insuficiente.
Si el gobierno de Guerrero desarrolla su proyecto, éste sería una zona más de actividad logística y se estaría pensando, desde luego, en el arribo de más empresas, o quizás en la extensión de algunas de las ya existentes en el lado michoacano.
Por lo pronto, la ferroviaria Kansas City Southern México (KCSM) se encuentra a la espera de que el Congreso michoacano defina la figura legal mediante la cual el Ejecutivo estatal pueda garantizar la extensión del espacio que la empresa requiere para aumentar la capacidad de la Terminal Multimodal Ferroviaria que construye en la isla de La Palma con una inversión de 80 millones de dólares.
Fuentes cercanas al Congreso han comentado que en el ánimo de los legisladores no se encuentra el propósito de frenar el fortalecimiento de la infraestructura y la competitividad que requiere esta zona para el comercio dentro del corredor Asia-Pacífico, sino tiene que ver con la forma en que el uso del territorio de la isla de La Palma, como patrimonio del gobierno de Michoacán, responda a beneficios directos para la población del área.
El KCSM es uno de los actores clave en el desarrollo del comercio internacional de México, especialmente en el área de Lázaro Cárdenas, y esto se encuentra en el interés de los diputados, por lo que es factible esperar que la desincorporación de 440 hectáreas en la isla de la Palma quede concluida en este mismo año, aunque debe aclararse que no todo este espacio tiene que ver con la compañía ferroviaria, pues se trata de una reserva para nuevas inversiones, explicaron las fuentes. -o0o-
