miércoles, 23 de abril de 2008

Satisfacción por detonante portuario, pero vinculación con la comunidad queda a la zaga

Lázaro Cárdenas, Michoacán.- El positivo comportamiento de la Terminal marítima local y su influencia como detonante de otras inversiones en el estado pierde de vista, sin embargo, las responsabilidades con la comunidad de su entorno, para hacer válida una vinculación real, donde participen no solo las autoridades portuarias locales y federales, sino también los cesionarios y prestadores de servicios del puerto.

Es hasta muy recientemente cuando se ha analizado la conveniencia de estudiar programas específicos de desarrollo donde se integren planes federales, estatales y municipales orientados a objetivos de beneficio compartido.

Es en entidades como Michoacán, Colima, Tamaulipas y Veracruz donde los gobiernos estatales han mostrado un creciente interés en el potencial de desarrollo de sus litorales, como es el caso portuario de Lázaro Cárdenas, pero la atención sigue preponderantemente orientada a la atracción de las inversiones, quizás porque, como se ha dicho, primero es necesario establecer la base sobre la que se sustente la generación de la economía y el empleo, y a partir de ahí voltear la mirada a las necesidades sociales y medio ambientales de la comunidad.

Pero lo cierto es que, por ejemplo, no se sabe si existen criterios equilibrados en materia de regulación ambiental frente a la necesidad de impulsar la actividad portuaria, como tampoco se han visto iniciativas para desarrollar aquí personal técnico calificado en el ámbito marítimo portuario.

En esta aún débil vinculación puerto-ciudad, que debe ser mayor en función de que los recursos no están obligados a aplicarse a las prioridades que enfrentan otros puertos (como romper el estrangulamiento a que los sujeta el desarrollo urbano), hacen falta aportaciones más sólidas y ambiciosas para evitar daños ambientales irreversibles y para respaldar a un gobierno municipal que tiene toda la voluntad política y el deseo de volver competitiva a la ciudad en materia de servicios, seguridad y atractivo urbano.

Afortunadamente ya existen proyectos comprometidos por el gobierno michoacano para promover el ordenamiento del litoral, pero éstos igualmente necesitan relacionarse con planes que reflejen el potencial del desarrollo portuario.

La participación organizada de los gobiernos federal, estatal y municipal, asociada con los sectores social y privado, puede ofrecer posibilidades de desarrollo altamente generadoras de empleo, lo cual significa que la vinculación puerto-ciudad no solo debe entenderse bajo una línea paternalista, sino de trabajo conjunto.

Pero quizás lo más urgente ahora es atender el grado de contaminación que pueda provenir de la actividad portuaria, el cual, sin saberse en qué niveles de riesgo se encuentre, se adiciona a otras fuentes de daño al medio ambiente que ya existen aquí y que, de paso, llaman a la presencia de los monitoreos ambientales periódicos en esta ciudad. La respuesta del puerto y de las industrias en este rubro, será una de las mejores muestras del interés de la vinculación con la comunidad. -o0o-